Las leyendas son esa parte del folclore mexicano que suelen permanecer como parte de la identidad cultural de cada región, extendiéndose por toda Latinoamérica.
Se trata de anécdotas que se traspasan de boca en boca, y que suelen venir acompañadas de eventos increíbles o con toques sobrenaturales.
Normalmente se escuchan en reuniones tradicionales o poblados, y pueden llegar a ser conocidas por la mayor parte de los integrantes de la región, con el fin de que continúen propagando la historia.
Conscientes de esto, y para que no quede ninguna leyenda en el olvido, nos hemos propuesto hacerte un resumen de las más conocidas para que conozcas más de la cultura e identidad de este hermoso país.
La Gruta de Xalapa
En esta historia hablaremos de un cerro volcánico de Xalapa, donde se dice que existe una cueva misteriosa y difícil de ubicar, que se deja ver sólo una vez al año, y que tiene la capacidad de enriquecer a todo el que la encuentre.
Una mañana de junio, una mujer muy humilde caminaba angustiada por no conseguir sustento para alimentar a su pequeña bebé.
Luego de un rato caminando sin rumbo, al verse agotada se dejó caer bajo la sombra de un árbol.
De repente al levantar la mirada, se percató de la presencia de una especie de cueva escondida tras los arbustos.
Al entrar, notó que la cueva estaba repleta de riquezas y dinero.
Emocionada trató de guardarlo en sus ropas para llevarlo con ella, y al darse cuenta de que no podría cargar con todo, decidió dejar a la pequeña de forma momentánea para poder trasladar el dinero en dos viajes.
En el segundo viaje, al volver por su hija la entrada a la cueva ya había desaparecido; desesperada recorrió el lugar sin éxito alguno.
Así pasaron los meses y no fue sino hasta el 25 de junio del año siguiente, que encontró nuevamente la cueva.
Ante su sorpresa su pequeña estaba jugando como si el tiempo no hubiese transcurrido.
Sin embargo, al salir del lugar, noto como esta se desvanecía de sus brazos convirtiéndose en arena y volando en dirección al viento.
Son muchos los que salen cada 25 de junio en la búsqueda de la cueva, sin embargo, son pocos los que afirman haberla encontrado.
La Llorona
Esta leyenda de origen prehispánico es muy popular en todo México, al suroeste de Estados Unidos, y también en varios países de Latinoamérica.
Cuenta la historia del alma en pena de una mujer recorre cada noche pueblos y ríos lamentándose por la muerte de sus hijos y asustando a quien encuentra a su paso.
Esta mujer que vivió en la época de la colonia era amante de un conquistador español.
Fueron varios los años en que estuvieron juntos.
Vivían en familia con sus dos pequeños, sin embargo, él tenía que viajar constantemente por trabajo, dejando a su familia en casa, por cortos períodos de tiempo.
Poco a poco, la duración de sus viajes se fue prolongando, hasta llegar a un punto en que ya no volvió a casa.
Un día la mujer se enteró que su amante se casó con otra mujer.
Desesperada, cegada por la rabia y en venganza contra su marido, decidió llevar a sus hijos a un río y ahogarlos ahí uno a uno.
Al darse cuenta de lo que había hecho se lanzó al río a rescatarlos, muriendo en el intento.
Desde entonces, su alma vaga por las calles llena de dolor y arrepentimiento, por eso quien la ve, afirma que se trata de una mujer vestida completamente de blanco, que permanece llorando desconsoladamente preguntando por sus hijos.
El árbol del vampiro de Guadalajara
“Desde el año 1840 hay un vampiro viviendo en el tronco de un árbol, esperando que este se seque para regresar a la vida”.
Esta historia comienza con la época de la colonia, cuando llegó al pueblo un señor de nombre Jorge con una gran fortuna, y de quien solo se sabía que paseaba durante la noche.
Una mañana, en varios sitios del pueblo comenzaron a aparecer animales muertos.
Lo que llamó la atención de las autoridades fue que estos animales habían perdido toda su sangre, como si hubiesen sido mordidos por un vampiro.
Con el tiempo esta historia se fue repitiendo hasta alcanzar a los habitantes del pueblo.
Los vecinos y autoridades comenzaron a hacer vigilias en la búsqueda de ese temido ser, ello sin perder de vista al nuevo vecino.
Luego de varios intentos fallidos, un día el jefe de policía decidió mandar a hacer estacas para acabar con el vampiro enterrando una estaca en su corazón.
Luego de organizarse, lograron acabar con la vida del vampiro. Su sepultura se realizó en el panteón de Belén, y para garantizar que no escapara colocaron sobre su cuerpo una pesada piedra.
Con el pasar de los años la piedra se fracturó y sobre ella empezó a crecer un árbol de Cachichín.
Por ello, se dice que en cuanto el árbol muera, el vampiro podrá salir a vengarse de los descendientes de quienes lo enterraron en ese sitio.
El Nahual
Según la tradición, los dioses interactúan con el ser humano gracias a su capacidad de adoptar formas de determinados animales.
De esta manera, cada ser humano está protegido por un animal protector, que le es asignado al momento de nacer.
Si bien lo más común es que nuestro animal se nos aparezca en sueños, puede darse el caso de que, ante situaciones de peligro el mismo tome forma real para brindarnos protección.
Incluso hay personas pueden desarrollar habilidades asociadas con su animal protector.
El nahual personal también puede ser aprovechado por quienes logran desarrollar habilidades en artes ocultas y que logran trascender a niveles que les permiten transformarse en su animal guía, para hacer el bien.
Hay personas que también se han aprovechado de sus habilidades para hacer el mal, robar, raptar niños o para cobrar venganza.
Por ello a los Nahuales, o brujos con esta habilidad se les suele temer.
El Callejón del Diablo
En la Colonia de Mixcoac en Ciudad de México hay un angosto, oscuro y escalofriante callejón del que han surgido multitud de historias tenebrosas, y es que en las noches es común que se escuchen gritos, llanto o risas de terror.
La principal de las teorías confirma a favor de que Satanás hace acto de presencia en él.
Se cuenta que, en 1970, un hombre ingresó en el túnel con la intención de dar una prueba de amor a su amada.
A mitad del camino empezó a escuchar una voz que le pidió se arrodillara y le reclamó por entrar sin ser invitado.
Al levantar la vista se encontró la figura del demonio, pero en lugar de asustarse, se emocionó por la experiencia vivida. El demonio ofendido, le propinó golpes y ocasionó heridas que lo hicieron desmayar del dolor.
Al despertar Luis ya estaba afuera del túnel y rodeado por personas que acudieron en su ayuda.
Sin embargo, no tuvo el valor de explicar lo que había ocurrido.
A partir de ese momento el acceso al callejón fue cerrado para evitar que otras personas repitieran la historia.
La isla de las muñecas
Julián Santana era un hombre que en la década de los 50, quien vivía en una isla de uno de los tantos canales Xochimilco en Ciudad de México.
Un día se encontró con una niña ahogándose en el agua, y a pesar de sus esfuerzos, no logró salvarla.
A los pocos días una muñeca apareció en el agua, hecho que fue acompañado del sonido de gritos y llantos inexplicables.
Producto del miedo, o quizás del remordimiento, Julián empezó a recolectar muñecas para protegerse de la niña, ubicándolas alrededor de la casa y a lo largo y ancho de la isla, al punto de alcanzar las 1.500 en poco tiempo.
Pasaron los años, y Julián continuó su vida en la isla protegido por las muñecas.
Se dice que un día comenzó a afirmar que una sirena cantaba constantemente pidiendo llevárselo al mar, y a los pocos días falleció.
Han pasado los años y la isla permanece igual, solitaria, protegida por las muñecas, y esperando a los miles de turistas que cada año la visitan para conocer su historia de primera mano.
La princesa Donají (Oaxaca)
Esta es la historia de Donají (alma grande), la hija menor del rey zapoteca Cosijoeza que se sacrificó por su pueblo. Se dice que cuando era joven, comenzó una guerra entre mixtecos y zapotecas, y durante uno de los enfrentamientos los zapotecas capturaron y tomaron por rehén al príncipe Mixteco Nucano (fuego grande).
Estando prisionero, la princesa Donají se apiado de él y comenzó a curar y limpiar sus heridas, durante ese tiempo se llegó a enamorar del prisionero, al punto de dejarlo libre para que peleara por su pueblo como él se lo pidió.
Tiempo después, llegado el momento de las negociaciones de paz, Nucano al desconfiar del rey Cosijoeza pidió a la princesa Donají como Garantía.
Con el tiempo Donají con remordimiento por haber fallado a su pueblo, envió una criada con un mensaje para que volvieran a atacar.
Lamentablemente, en esa batalla fue decapitada y enterrada cerca del río Atoyac.
Por su parte, el príncipe Nucano, lamentando la muerte de la princesa, decidió gobernar a los zapotecas con el mismo amor y celo con que los hubiese cuidado Donají.
Tiempo después, un pastor un día encontró un hermoso lirio del valle, y al tratar de sacarlo de raíz, se encontró con la cabeza intacta de la princesa Donají.
Con el tiempo, esta cabeza fue enterrada junto a su cuerpo en el templo de Cuilápan, y hoy en día los estos dos príncipes reposan juntos bajo la misma losa. Y el libro que representa a la princesa podemos verlo en el escudo de Oaxaca
El colibrí Maya
Es común escuchar que “Cuando un colibrí se te acerca, es porque alguien está enviándote buenos deseos”; pues bien, esta creencia viene de la época de los mayas.
La historia afirma que los dioses, en el proceso de la creación, le otorgaron a cada objeto y ser vivo una misión.
Una vez finalizada la creación, los dioses se percataron de que no había nadie encargado de trasladar los pensamientos y deseos de las personas.
Como el barro y el maíz ya se les habían terminado, comenzaron a tallar sobre una piedra de jade y en el diseño se incluyó una pequeña flecha.
El resultado fue este pequeño x ts’unu’um, también conocido como colibrí, el cual resultó ser un animal de brillantes plumas y delicados y agiles movimientos que podía llevar y traer mensajes sin pasar desapercibido por sus hermosos colores.
Se cuenta que los hombres trataron de enjaular al colibrí para adornar los atuendos con sus plumas; y los dioses se molestaron y amenazaron con castigar a todo aquel que atrapase a uno.
Es por esto es que este animal es tan respetado que aún hoy en día nadie es capaz de enjaularlo, dejándolo libre cumpliendo la misión de vida que le fue asignada.
La leyenda de Tepoztécatl
Esta es la historia de un hombre que vino al mundo gracias al amor que había entre una princesa y un pajarillo, y lleva el nombre de Tepoztécatl.
Cuando los reyes se enteraron de su venida al mundo, molestos la obligaron a que lo abandonarla, y la princesa no tuvo otra opción que hacer, y lo dejó cerca de un hormiguero.
Las hormigas lo alimentaron con las gotas de miel que obtuvieron de un panal de abejas y lo llevaron hasta un maguey para resguardarlo en la sombra.
Esta milagrosa planta, decidió darle cobijo y alimentarlo con el aguamiel que producía, hasta que pudo dejarlo en el río Atongo en el interior de una caja.
Y fue encontrado por una pareja de ancianos que vivían en Tepoztlán quienes se hicieron cargo de él y criaron como a un hijo. Tepoztécatl, creció en este hogar y se convirtió en un valiente guerrero.
Un día llegó al pueblo una amenazante y peligrosa serpiente de nombre Mazacóatl, y la comunidad eligió al anciano, padre adoptivo de Tepoztécatl, para que luchara con ella.
Pero al verlo sin fuerzas y por temor de perderlo, en un acto de amor y agradecimiento Tepoztécatl decidió tomar su lugar, para enfrentarse y vencer a ese peligroso animal.
Es así como termina siendo nombrado señor de Tepoztécatl y sacerdote del Dios Ometochtli. Se dice que años después se mudó a la pirámide ubicada sobre el cerro tepozteco, donde desapareció.
Las pastoras de piedra (Teloloapan)
La leyenda habla de lo importante que es para los Dioses cumplir las promesas que se hacen a nuestros santos.
En aquellos tiempos, un grupo de peregrinos recorría a pie la ciudad desde Costa Grande hasta Chalma para cumplir con un ofrecimiento.
Esta era una práctica frecuente, ya que las personas recibían ayuda de los Dioses y solución a sus problemas.
En esta historia, unas pastoras iban en el recorrido, ataviadas con largos atuendos coloridos y llamativos, y que se apoyaban en el baile para celebrar los favores prestados por el Dios.
Llevaban ya varias localidades recorridas, entre ellas, Acapulco e Iguala, sin embargo, aún faltaba un largo trecho, por lo que cansadas decidieron parar en Teloloapan rindiéndose a la posibilidad de completar el pago de la ofrenda, sin que valieran las súplicas y ruegos de otros peregrinos que con ellas viajaban.
Se cuenta que pasaron solo unos minutos para que las pastoras desaparecieran y en su lugar se encontraran enormes piedras de color azul con la silueta de mujeres.
Los fieles creyentes entonces entendieron que las pastoras fueron castigadas por el señor por no cumplir su promesa inicial y fueron convertidas en piedra.
El Popocatépetl y el Iztaccíhuatl
Narra la historia de dos, la princesa Iztaccíhuatl, y el amor desenfrenado que llegó a sentir por Popocatépetl, un importante guerrero que trabajaba para su padre.
Un día Popocatépetl tuvo que ir a la guerra a defender a su pueblo, y su amada lo esperaría para contraer nupcias a su regreso.
No contaba con la envidia de uno de sus compañeros, quien, en un acto cruel, le indicó a Iztaccíhuatl que su amado había perecido en batalla.
La princesa no pudo controlar su pena, falleciendo al poco tiempo de recibir la noticia.
Finalizada la guerra Popocatépetl llegó triunfante a compartir sus alegrías con Iztaccíhuatl, cuando se enteró de su fallecimiento.
Con el corazón destrozado, el guerrero se llevó el cuerpo de la princesa a lo alto de una montaña, la sepultó en una cama de flores y permaneció a su lado para velar su sueño.
A partir de ese momento, los Dioses al ver el amor tan grande que se sentían, decidieron convertirlos en volcanes y ubicarlos de manera que permanecieran cerca por toda la eternidad.
El Callejón del Beso
Gracias a esta leyenda, hoy en día toda pareja que pase por Guanajuato debe visitar. Se trata de un estrecho callejón donde toda pareja debe detenerse en el tercer escalón y darse un beso como símbolo de buena suerte y prosperidad.
Esta leyenda habla de una doncella de nombre Carmen, que estaba siendo cortejada por un joven llamado Don Carlos.
Carmen tenía un padre muy celoso y posesivo que la mantenía alejada de cualquier relación amorosa, y al sorprenderla detrás de la iglesia cercana a su casa con un humilde minero decidió encerrarla en su cuarto y amenazarla con enviarla a un convento, mientras planificaba su matrimonio con un adinerado español.
Carmen envió una carta a su amado con ayuda de su dama de compañía, contando los planes de su padre.
Don Carlos buscando una solución para reencontrarse con su amada compró la casa del frente de Carmen para aprovechar el estrecho espacio que separaba los balcones, y poder usarlo para comunicarse con su amada.
Fue así como los amantes pasaron largas horas en comunicación constante ante la ciega mirada del padre.
Pero un día, unos murmullos lo alertaron, y al ver a la pareja reunida, se dejó llevar por la rabia y clavó una daga directo en el pecho de su hija, matándola al instante.
A los días Carlos no aguantó el dolor y se lanzó por el tiro principal de la Mina de la Valenciana para encontrarse con su amada.
La Mulata de Córdoba
Se cuenta que, en la localidad de Villa de Córdoba, Veracruz, para el año de 1618, vivía una mulata de exuberante belleza que deslumbraba a su paso tanto a hombres como a mujeres, y se dedicaba a las artes de la medicina.
Y se decía tenía poderes mágicos capaces de dar solución hasta a las enfermedades más graves.
Se comentaba que no envejecía y estas capacidades se prestaban para que la gente comentara que tenía un pacto con el diablo, e incluso afirmaban que podía conjurar tormentas o estar en dos lugares al mismo tiempo.
Estos comentarios llegaron a tener tal validez que llevaron a que la Santa Inquisición la apresara, y por cargos de brujería fuera condenada a la ejecución.
Días antes de que se celebrará este acto se desató en el pueblo una tormenta tan fuerte que impidió que la gente pudiera movilizarse.
De repente los habitantes observaron cómo una mujer navegaba a bordo de un barco alejándose del pueblo.
Horas después cuando la tormenta cesó y los carceleros fueron a ver a la prisionera, se percataron que la mulata ya no se encontraba en su celda, a cambio había en una de las paredes de la celda un dibujo de un barco en carbón, el mismo que algunos vieron horas atrás huyendo de la montaña.
El callejón del muerto
Esta historia se desenvuelve en la calle 2 de Oaxaca, solo que hace muchos años en la época de la colonia.
Se trataba de una vía adoquinada en la que como era costumbre para la época se solían ver personas patrullando en área con sus faroles.
Una noche el silencio característico de la noche fue roto con un estremecedor grito de dolor de un hombre.
Este hecho coincidió con la visita de un hombre al párroco de la iglesia, quien pedía aplicaran la santa unción al hombre que acababa de ser apuñalado en el callejón.
El cura atendiendo el llamado del señor, lo acompaño al sitio donde yacía el hombre moribundo y procedió a escuchar su confesión para absolver sus pecados.
Se afirma que una vez terminó, busco a la persona que lo venía acompañando, pero ya no estaba con él.
No entendió todo sino hasta momentos más tarde, cuando vio el rostro del herido y se percató de que se trataba de la misma persona que lo había estado acompañando.
Se dice que, por el miedo, el cura cayó enfermó del oído con el cual escuchó al penitente. México cuenta con todo tipo de leyendas, desde las más románticas historias de amor, hasta las más terroríficas, y es que están dispuestas para entretener a todo tipo de público.
Déjate llevar por este mágico mundo y disfruta desde otra perspectiva de la cultura de este país.
Referencias bibliográficas: Magia de los mitos y leyendas latinoamericanas Libro de Alexander Castillo Morales y Rodolfo Marín Martínez
Diego Brunt (Buenos Aires, 1977) se graduó en Psicología en la Universidad de Buenos Aires, con especialidad en Psicología Social.