Cada país tiene sus costumbres, leyendas e historias que pasan de generación en generación.
Relatos antiguos que pueden contener romance, historias heroicas, mágicas o misteriosas, y España no es una excepción a esto.
Son múltiples las leyendas que son contadas alrededor de todas las comunidades que conforman este bello país.
Muchas de ellas buscan dar lógica a un evento paranormal, otras convierten una historia común en algo fantástico, y por supuesto, los amores prohibidos son parte importante y nunca deben faltar.
Conoce algunas de las leyendas españolas más representativas.
El castillo de Malmuerta
En la comunidad de Andalucía, más específicamente en Córdoba, yace una fortaleza cuya torre es conocida por los lugareños como la Torre Malmuerta.
Todo se remonta al siglo XV cuando un caballero llamado Fernando Alonso de Córdoba, decidió contraer matrimonio con una damisela tan joven que podía considerarse su nieta.
El nombre de la joven era Beatriz de Hinestrosa, una hermosa dama quien, a pesar de ser muy pretendida por los hombres del lugar debido a su espectacular belleza y tierna sencillez, correspondía con su amor al caballero Fernando.
Luego de contraer matrimonio y al cabo de algún tiempo, los celos obsesivos fueron corrompiendo la actitud de aquel hombre quien terminó por matar a su querida esposa.
La justicia de aquel entonces dictaminó que el hombre era culpable de la muerte, y como sentencia debía despojarse de todas sus pertenencias y construir una torre justo en el lugar donde se había cometido el crimen, torre que luego fuese llamada la “Torre Malmuerta”.
El lago Banyoles
En un Lago ubicado en Girona de nombre Bañolas, que se dice es el más grande de toda España en cuanto a extensión se refiere, habita un monstruo que de vez en cuando emerge para infundir temor en los habitantes de la zona.
Quienes lo han visto afirman que, por la textura de su piel y sus alas, se trata de un dragón, otros lo complementan indicando que posee enormes patas y colmillos, y que bien puede movilizarse por el pueblo impregnando el ambiente con su mal aliento, o nadar por las aguas del lago con la capacidad de un nadador de experiencia.
Han sido muchos quienes lo han tratado de atrapar, sin embargo, quien más cerca estuvo fue un monje conocido como San Emeterio, quien gracias a sus oraciones, logró que este monstruo lo siguiera hasta la plaza con tranquilidad.
Sin embargo, no logró ser atrapado, sino que regresó al lago donde pertenece para nunca más volverse a hacerse sentir.
A pesar de esto, a menudo se le hace responsable de catástrofes como inundaciones, desplomes de aeronaves, barcos naufragados, y uno que otro turista que ha desaparecido durante su visita a la zona.
Los amantes de Teruel
Esta es una historia de amor que envuelve a una dama llamada Isabel Segura y a un caballero conocido como Diego de Marcilla, quienes vivían en una localidad española de nombre Teruel.
Se dice que, en el transcurso del siglo XVI, la iglesia del lugar fue remodelada, y en la ejecución y remoción de las obras se hallaron los restos de dos personas embalsamadas que descansaban junto con un documento en el que se relataba la identidad de los personajes.
Es así como se dio a conocer esta historia de amor en la que Isabel Segura se enamora recíprocamente de Juan Diego Marcilla, y cuyo amor se vio frustrado por los familiares de ella, quienes buscando separarlos pusieron como condición que Diego debía ser poseedor de una gran fortuna.
Este enamorado, decidió marcharse del pueblo con el fin de convertirse en un hombre rico.
Este período fue aprovechado por los familiares de Isabel, quienes la obligaron a casarse con otro hombre.
Al Diego cumplir su meta y regresar con su fortuna en busca de su amada, se encontró con la noticia de que esta acababa de contraer nupcias con otro hombre.
De la impresión Diego falleció, y cuando Isabel se acercó para despedirse, al darle un beso, su cuerpo también cayó sin vida sobre su gran amor.
El asombro de quienes presenciaron el hecho fue tal, que los sepultaron juntos como homenaje y símbolo de aprobación al amor póstumo.
La isla de San Borondón o San Brandán
Se dice que no son siete las Islas Canarias, y es que hay una octava que no es muy conocida gracias a su capacidad de ocultarse.
Su nombre hace homenaje al fraile que la divisó por primera vez cuyo nombre era Brandano.
Durante una de sus evangelizaciones, en esas que lo llevaban a navegar las aguas del Atlántico, el hombre la visitó quedando enamorado de sus hermosos paisajes nunca conocidos; el problema se presentó cuando luego, otras personas al tratar de visitar la zona no lograban dar con la isla.
El tiempo se ha prestado para que se vayan formando diversas opiniones al respecto, y es que, si bien muchos no han logrado dar con la isla, muchos otros sí lograron guiarse por la ruta original marcada en los mapas pudiendo cartografiar e incluso fotografiar la isla.
Si bien no hay explicación científica que dé respuesta a esta leyenda, el hecho de que muchos no la logren divisar se atribuye a las características climáticas de la región, y es que se dice que el área está constantemente rodeada por una espesa niebla que dificulta la vista.
Y esto es lo que la ha mantenido como un misterio sin solución en el tiempo.
La mezquita de Córdoba
En la ciudad de Córdoba de España, tiene lugar otra inquietante leyenda que acapara la atención de las personas del lugar y también la de muchos quienes visitan la comunidad de Andalucía.
La leyenda habla del amor y sus diferencias religiosas, y es que, en aquel pequeño pueblo, habitaba un religioso de creencias cristianas que todos los días solía enamorar con flores a una hermosa dama que había sido criada bajo tradiciones musulmanas.
El amor fue tal, que deciden casarse a pesar de estas diferencias, y ella accede convertirse al cristianismo para comenzar una nueva vida bajo la aprobación de esta religión.
Lamentablemente se dio que el día de su bautizo, esta joven fue cruelmente asesinada por unos soldados fanáticos que mostraban su creciente odio por toda persona musulmana, y como castigo su amado fue capturado y encadenado a los pies de uno de los pilares de la mezquita.
Se dice que mientras era víctima de los más crueles daños y vejámenes, con una de sus uñas, el joven iba marcando la columna hasta dar forma a una pequeña cruz, la cual se mantiene intacta hasta el día de hoy como símbolo de la fe que le dio fuerzas para soportar por amor hasta su último respiro.
La maldición de Ochate
Ochate es un suburbio ubicado en Burgos, y sus visitas son frecuentes gracias a la curiosidad que despierta su “maldición”, y es que se afirma que su soledad se debe a la gran cantidad de tragedias y situaciones sin respuesta lógica y científica presentadas.
Todo comenzó en 1860, cuando la enfermedad de la viruela hizo estragos en la población permitiendo que solo pocas personas lograran sobrevivir.
Con el tiempo, y sin dar espacio a que el pueblo se repusiera, el tifus arrasó con la salud de la población llevándose a más personas a encontrarse con la muerte.
Finalmente, cuando el cólera apareció, terminó con la poca vida que quedaba en la población dejándola sola e inhabitada.
Esto se complementa con aparición de entidades fantasmas, y ovnis que constantemente son registrados por investigadores quienes van a estudiar la región.
Todos estos sucesos han desencadenado esta leyenda que a pesar de comprobaciones empíricas y estudios se mantenido en el tiempo, y es que incluso se afirma que ninguna de las regiones vecinas llegó a padecer tales catástrofes, dándole un halo más de misterio al caso.
Las caras de Bélmez
Han pasado más de 45 años desde que este fenómeno surgió por primera vez, y aún se mantiene vigente en el tiempo, debido al atractivo y curiosidad que despierta en y a la ausencia de bases científicas que lo expliquen.
Todo comenzó en la década de los 70, cuando en el suelo de cocina de un pueblo de Jaén, una ama de casa encontró unas manchas de grasa que no lograba retirar y cuya forma similar a rostros humanos llamaba la atención.
El hijo de la señora, con la intención de evitar más visitas de curiosos quienes constantemente pasaban a ver las manchas, decidió remodelar, raspando el piso para proceder a taparlo con una nueva capa de cemento, para terminar sorprendido al ver que estos rostros volvieron a aparecer en su suelo.
Los lugareños aseguran que debido a que esa casa fue construida sobre lo que antes había sido un cementerio medieval, los rostros pertenecen a quienes fueron enterrados años atrás en el área.
Si de leyendas famosas hablamos, esta es sin duda una de las más llamativas, y que más conversaciones y debates ha traído consigo, especialmente por quienes aman los temas de misterio e historias paranormales.
La cruz del diablo de Cuenca
He aquí una de las narraciones más renombradas de todo el país. Esta historia cuenta que en la ciudad de Cuenca vivía un apuesto mozo que tenía la facilidad de conquistar a toda mujer solo con hablar, pero estos atributos los usaba para mal, y es que solía aprovecharse de estas vulnerando su inocencia.
Poco después, sus dotes se vieron cuestionados por Diana, una mujer foránea que acababa de llegar al pueblo, que destacaba por su exuberante belleza, y la que todos los hombres querían conquistar.
En este caso, fue Diana quien citó al joven a verse en la capilla del pueblo, y éste emocionado no lo pensó dos veces para ir a su encuentro.
Una vez ahí al comenzar a besarla, notó como su cuerpo se iba tornando en la figura de una espantosa bestia, de apariencia similar a la del mismísimo diablo.
Aterrorizado, el joven salió corriendo de la capilla a abrazarse a los pies de la cruz, buscando protección.
Fue entonces cuando el abominable espectro se abalanzó sobre él, lanzándole un zarpazo que hasta el sol de hoy se deja ver en la estructura de la Cruz.
Las brujas de Zugarramurdi
La leyenda data de la época de la inquisición.
En una comunidad de Navarra donde reinaban las reuniones ocultas para adorar los dioses de la tierra, invocar ritos a la luna y ejecutar hechizos. Una joven de nombre María quizás seducida por la curiosidad, o tal vez por la envidia, al enterarse de estas prácticas, decidió hacer ruido al respecto en el resto de los pobladores.
Es así como un día comentó a un párroco que había visto a varios de los habitantes del pueblo realizando tan prohibidas prácticas.
Este hecho desató la ira de la iglesia y el desarrollo de un proceso en el que se condenó a la horca a no menos de 50 personas.
Hay quienes afirman que un espíritu protector conocido como Akerbeltz, era quien les daba a las personas poderes especiales.
De ahí que las reuniones clandestinas tuvieran el nombre de prado del carbón o Akelarre.
El barranco de Badajoz
Esta leyenda nos ubica en Tenerife, en un barranco que ha sido protagonista de leyendas y sucesos paranormales.
Todo se remonta a comienzos del año 1900, cuando a unos trabajadores que excavaban la tierra en busca de agua, descubrieron una cueva que en el fondo albergaba una gran roca con unas escaleras talladas en ella.
Al observar se percataron que en su extremo había dos seres blancos que les indicaron donde se encontraba el agua que venían buscando.
Desde entonces se ha hablado de numerosos avistamientos tanto de entes extraterrestres, como también de seres satánicos o angelicales que sin duda dan fuerza a su actividad paranormal.
Aún no se ha logrado dar una explicación científica al caso, sin embargo, la cantidad de misterios que se concentran en torno a este barranco dan pie a que cada vez llame más la atención de cientos de personas que acuden en busca de respuestas.
Sin duda, no hay mejor forma de conocer la cultura y creencias de un país, que a través de sus leyendas.
¿Alguna favorita?
Diego Brunt (Buenos Aires, 1977) se graduó en Psicología en la Universidad de Buenos Aires, con especialidad en Psicología Social.